¡Hola! Si hay algo que me gusta cuando empieza el frío es tomar platos reconfortantes, calentito y si es en forma de sopa mejor que mejor. De pequeña era la típica niña repelente que odiaba (sí, sí odiar) encontrar tropezones en las sopas. En cambio, ahora, soy una auténtica fanática de los toppings y tropezones. Por eso esta sopa de miso, noodles y tofu parece más un guiso que una sopa, XD.
Creo que es la primera sopa que comparto en el blog y tengo que decir que no será la última. Está cargada de ingredientes beneficiosos y tiene un sabor intenso que te hará tener ganas de más y más. El miso es el protagonista absoluto; bueno, y los noodles de judía mungo y guisante y convierte una sopa de fideos en algo más.
¿Qué es el miso?
El miso es una pasta de sabor intenso y profundo hecha con de soja y cereales y sal marina que se fermenta con un hongo. Contiene enzimas que ayudan a la digestión y aporta carbohidratos, lípidos, vitaminas, minerales y proteínas. Se puede utilizar tanto en versión pasteurizada como sin pasteurizar.
Personalmente, prefiero el miso sin pasteurizar, ya que así conserva su capacidad probiótica y todos los beneficios que nos aporta el fermento.
Hay diferentes tipos de miso:
- Shiromiso (miso blanco): de sabor suave, perfecto para iniciarte en el mundo del miso.
- Akamiso (miso rojo): sabor medio.
- Kuromiso (miso negro): sabor intenso.
- Hatchomiso: más concentrado y proteico.
Va genial en sopas y guisos, pero hay que tener en cuenta que no tiene que hervir, ya que sino acabaría con todas las bacterias beneficiosas que nos ofrece. Además también puedes echarlo en vinagretas, les dará a tus ensaladas un toque súper diferente.
Ingredientes (3 personas)
- 1/4 col blanca picada muy fina
- 1 puerro
- 1 paquete de tofu ahumado
- 200gr Fideos de guisante y habas mungo (yo he usado los de la marca Vermicelli)
- 2-3 cucharadas de miso blanco
- 100gr de champiñones
- 1 cucharada de salsa de soja
- 500ml de caldo de verduras
- Espinacas frescas
- 1 ajo
- AOVE
- Sal (esperar a que la sopa esté terminada par sazonar, ya que el miso y la salsa de soja son muy salados y pueden aportar el sabor necesario)
Elaboración
- Limpia y pica los champiñones y el ajo. Pon una sartén al fuego con un poco de AOVE y saltéalos hasta que estén un poco dorados.
- Saca el bloque de tofu del envase y sécalo con papel de cocina. Queremos que pierda la mayor parte de agua para que luego absorbe todo el sabor del caldo, el miso y las verduras.
- En una cazuela, dora la col blanca y el puerro cortado en ruedas finitas, y cuando estén los champiñones listos, añádelos también. Cocina junto un par de minutos.
- Corta el tofu en dado y añádelo a la cazuela.
- Riega con el caldo de verduras.
- Deja que se cocine todo durante unos 15 minutos, para que se concentren más los sabores.
- Añade los fideos (dependiendo de los tiempos de cocción que indique el paquete).
- Una vez esté todo y lo hayas apartado del fuego, añade el miso y la salsa de soja.
- Prueba y rectifica la sazón si hiciera falta.
- Cuando vayas a emplatarlo, pica unas cuantas espinacas frescas y añádeselas al cuenco.
Como puedes ver la receta es muy sencilla, pero créeme que esta de vicio. Está en tu mano personalizarla. ¿Cómo? Añadiendo tipos de setas diferentes, cambia el puerro y la col por cebolla y ajetes tiernos; ¿tienes unas zanahorias muertas de la risa en la nevera? Rállalas y a la cazuela. ¿No tienes estos fideos? ¡Utiliza los típicos de una sopa tradicional! 🙂 Anímate a darle salida a los ingredientes de tu despensa.
Y tú, ¿eres fan de las sopas de otoño?