¡Hola! Esta es la primera vez que empiezo a escribir una única publicación por semana, y espero no pillarte muy desprevenido/a. La verdad es que me parece que de esta manera voy a poder dedicarle un tiempo mucho más especial a cada receta, y así poder hacer pruebas antes, preparar muy bien las fotos y demás procesos que se necesitan cuando te chifla compartir recetas con quien quiera leerlas (por cierto, muchas gracias por estar ahí, de verdad 🙂 ) Pero a lo que vamos, la receta de hoy: seitán casero con salsa de tomate «especial».
La primera vez que trabajé el gluten de trigo fue para la receta de las salchichas veganas blancas. Desde entonces, y viendo que el resultado me gustó mucho, he estado mirando y remirando fórmulas distintas para preparar mi propio seitán. Puede sonar un poco raro pero, ¿quién dijo miedo? En todas las recetas que leía, quién lo escribía y lo había hecho, hablaba de lo fácil que era y lo rico que estaba, así que no iba a ser menos, había que probarlo. He tomado como referencia varias recetas, pero a los que más me he acercado han sido a la receta de «Aprende a hacer tu propio seitán» de VeggieBoggie; y a la de «Cómo hacer seitán casero» de Nutrición Esencial.
A parte de la facilidad con la que se hace, otra ventaja es la económica. El precio de este tipo de alimentos en supermercados y tiendas especializadas suele ser bastante elevado, por lo que no está de más probar a hacer la versión casera.
De todas formas, la receta de hoy también la puedes preparar con seitán comprado. Solo tendrías que sacarlo del paquete, cortarlo y preparar la salsa de tomate «especial». Coser y cantar.
Ingredientes
Seitán casero (más o menos 750gr de seitán; 3 bolas)
- 250gr de glutén de trigo
- 2 vasos de caldo de verduras casero templado (o agua templada)
- 4 cucharadas de harina de garbanzo ( o de pan integral rallado)
- 1 puñado de perejil fresco picado
- 2 cucharadas de salsa de soja o tamari
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 1 cucharada de jengibre en polvo
- 1 cucharada de orégano
- 1 cucharada de sal
- 1 pizca de pimienta blanca en polvo
- ¼ cucharadita de levadura química
- 2l de caldo vegetal (puedes hacerlo con las sobras que tengas de verduras en la nevera. Yo he usado:
- 1 puerro
- Media cebolla
- 1 par de algas wakame deshidratadas
- Laurel
- Ajo
- Sal
- 1 zanahoria
- Tallo de brócoli
Salsa de tomate «especial» (para 1 bola de seitán)
- 4 cucharadas de salsa de tomate concentrado doble
- 2 cucharadas de salsa de soja o tamari
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1/2 cucharadita de pimienta blanca
- 1 cucharadita de vinagre de Jerez
- Agua (no hay una cantidad exacta, depende de lo reducido que lo quieras dejar o de cuánto absorba el seitán)
Elaboración
Seitán casero
- Prepara el caldo de cocción poniendo 2 litros de agua en una olla junto al resto de los ingredientes del caldo. Ponlo a fuego medio y deja que se vaya haciendo. Tardará en torno a 20-25 minutos, el tiempo que tardarás en tener listo el seitán para meterlo a cocer.
- En un bol grande, pon los ingredientes secos del seitán: harina de garbanzo, gluten de trigo, la levadura química, la sal y las especias. Remueve hasta que todo esté bien mezclado.
- Mezcla el caldo (o agua) templado con la salsa de soja (o el tamari). Haz un hueco en el centro y añade la mezcla. Remueve rápido con una cuchara para que todo se empape por igual.
- Deja que la masa repose durante 15 minutos. Cuando pase este tiempo, divide la masa en 3 y amasa cada una 4 o 5 minutos. Esto hará que las fibras del gluten terminen de estirarse. Al final tendrás que conseguir una textura fina y elástica.
- Si todo va como lo previsto, tu caldo estará listo y caliente para que puedas introducir las tres bolas de masa.
- Introdúcelas en la olla y cuece durante 1 hora con la olla tapada a potencia media-alta.
Tip: el agua de cocción debe estar bastante salada, porque sino el seitán será demasiado soso. De todas formas, con la salsa de tomate «especial» se puede arreglar si ves que le falta alegría.
Tip 2: para que quede todavía mejor y si tienes tiempo, deja que el seitán se enfríe en la olla del caldo. Así será mucho más jugoso.
Salsa de tomate «especial»
- Coge una de las bolas de seitán y pícala en tiras.
- Pon una sartén al fuego con un poquito de aceite de oliva virgen extra y cuando haya tomado temperatura, tuesta en seitán un poco.
- Cuando empiece a dorarse, añade todos los ingredientes de la salsa y remueve.
- Añade un chorrito de agua. De momento no mucho, lo justo como para que se haga una salsita. Poco a poco con el calor se irá reduciendo.
- Si ves que quieres una salsa ligera, échale algo más de agua.
Como ves parece que lleva mucho tiempo, pero realmente con mezclar los ingredientes y cocerlo, puedes tener en casa un seitán casero de 10 sin preocuparte demasiado.
Con las otras dos bolas yo lo que he hecho ha sido congelarlas. Pero también puedes guardarlas en el frigorífico (las dos o una de ellas), guardada en un recipiente hermético con parte del caldo de cocción para que mantenga su humedad.
La salsa de tomate no es indispensable ni mucho menos, pero créeme si te digo que le da una chispa especial. He querido acompañarlo de brócoli al vapor, cuscus y unos pimientos rojos asado, pero tú puedes comértelo como más te guste 🙂
Espero que te haya gustado la receta y que te animes a preparar seitán casero tú mismo/a. Será un gustazo ver tus creaciones, así que anímate a compartirlo a través de Instagram (@sandra_sabando) o desde el Facebook de Oleka.
¡Nos vemos!
Y una vez descongelado sigue de rechupete
: )