La salsa de tomate es una de esas cosas que casi siempre está en la despensa. Digo casi siempre porque creo que soy la excepción. No suelo echar este tipo de salsa a casi nada, tal vez porque el sabor de los tomates industriales me echa mucho para atrás, y porque pocas veces tengo accesos a salsas de tomate caseras. Bueno, por esos motivos y porque no suelo comer cosas aderezadas con salsa de tomate, jeje.
Pero como lo más normal es que no lluevan botes de salsa de tomate casero del cielo, el otro día me puse a preparar una casera. Después de mirar unas cuantas recetas, la que más me convenció era la que el chef Jamie Oliver tiene en su libro Cocina Sana en familia (también puedes encontrar la receta en un página web). Me gustó porque no solo lleva los ingredientes típicos: tomate, cebolla,… Además quería escapar de esas recetas que utilizan azúcar para quitar la acidez del tomate. ¡Con las de ingredientes que hay que aportan dulzor!
No es solo una salsa de tomate, sino que es una salsa de tomate y verduras. Tomate, cebolla, puerro, calabacín, calabaza, pimiento… Una delicia.
Ingredientes
- 1 cebolla
- 1 puerro
- 1 diente de ajo
- 1 zanahoria
- 3 tomates maduros (sin piel)
- 1/2 calabacín
- 140gr de calabaza
- 4 pimientos del piquillo asados
- 1 cucharada de AOVE (aceite de oliva virgen extra)
- 1 cucharada de orégano seco
- 200 ml de agua
- 1/2 cucharadita de sal
Elaboración
- Limpia, pela y pica finamente todas las verduras. Yo, he picado la zanahoria y el medio calabacín con la piel. Solo recuerda limpiarlo bien.
- Pon una cazuela grande a fuego medio con 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra. Añadé el ajo picado y el orégano seco. Rehoga durante un minuto.
- Echa las verduras picadas (menos el tomate) a la cazuela y rehógalas tapadas durante 25 minutos. Remueve con frecuencia.
- Incorpora el tomate picado y los 200ml de agua a la cazuela. Cuece a fuego lento durante 25 minutos.
- Cuando haya pasado este tiempo, deja que se enfríe un poco y tritúrala hasta que quede una salsa homogénea. No te olvides de probarla. Si ves que necesita un poquito más de sal, échasela.
Mi recomendación es hacer está cantidad como mínimo. Da para rellenar unos 3 botes (o bolsas si lo quieres congelar, que es lo que yo hice). Si la pruebas y te gusta, la próxima, haz más cantidad.
De la original eliminé el apio, no me hace mucha gracia, y cambié la cantidad de tomate. Esto fue causa mayor. Solo tenía tres tomates, así que trabajé con lo que tenía. El resultado fue una salsa de tomate y verduras algo anaranjada, con un aroma delicioso y perfecta para echar en cualquier sitio que se os ocurra. En casa la estrenamos en unos huevos en cocotte que publicaré la semana que viene. 🙂
Como siempre, tú puedes variar los ingredientes a tu gusto y hacer tu propia salsa de tomate y verduras. Será única.