¡Hola! ¿Ya ha pasado una semana? La verdad, es que estos últimos días se me han pasado volando y he intentado organizarme muchísimo para poder ir haciendo todas las cosas que te pones en el to-do de septiembre. Sí, porque este mes, para mí por lo menos es el «lunes» del año; aquel en el que empezar cosas nuevas, apuntarte a diferentes actividades, etc. Pero si hay una cosa por la que se me están pasando rápido estos días es porque… mañana es mi cumpleaños paso de los «veintitodos» a los 30… Y claro, es un salto que así de primeras asusta. ¿Y que hago yo para hacer esas transiciones más agradables? ¡Cocinar!
Hace un tiempo me apunté a uno de los cursos de cocina que ofrecen en su página web los chicos de Nutrición Esencial. En concreto al de Veggie Burgers. Ofrecen unas recetas de hamburguesas veganas súper interesantes, pero además, también te enseñan que condimentos, acompañamientos y panes ponerles para que sean todavía más ricas. Este es el caso de la salsa de hoy, un ketchup crudivegano al que yo he querido bautizar como «salsa ketchup sin remordimientos», porque sus ingredientes son 100% naturales y, en mi caso, no lleva ningún azúcar añadido.
¿Quieres otra ventaja? Se hace en menos de 5 minutos. Al ser crudivegana, todos los alimentos van directos a tu batidora. Se trítura y está lista para comer. ¿Qué más se puede pedir?
Ingredientes (un tarro mediano)
- 4 tomates secos (+ un poco de agua donde hidratarlos. Si usas de los que están en aceite, sécalos ligeramente)
- 1 tomate pera
- 2 dátiles
- 3 cucharadas de vinagre de manzana
- Una pizca de sal
Elaboración
- Pon los tomates secos en agua templada durante unos minutos hasta que se hidraten un poco.
- En un vaso batidor, añade todos los ingredientes y tritura hasta tener una mezcla homogénea.
- Guarda en un tarro hermético en el frigorífico. Dura al rededor de una semana.
Tengo que reconocer que soy una persona que huye del ketchup, nunca he entendido a la gente que baña las hamburguesas, patatas o lo que sea con esta salsa, pero tengo que romper una lanza a favor de la receta que he compartido hoy, ya que no enmascara el sabor de lo que estás comiendo, sino que lo potencia. Claro que no tienes que bañar la comida con esta salsa ketchup, 😛
¡A disfrutar!