¡Hola! Esta semana termina la primavera, aunque por el norte parece que despierta ahora. Es por eso que me gustaría despedir la estación con un alimento que es primavera pura: los espárragos trigueros.
Reconozco que me empezaron a gustar tarde, pero hoy en día son un vicio. Además me gusta comerlos al dente y muchas veces incluso crudos hechos láminas con el pelapatatas (en las ensaladas y sobre panes planos quedan de lujo).
Pero a lo que vamos, la receta de hoy. Me apetecía compartir algo distinto, algo a lo que poder llamar guarnición y así di con estos espárragos crispy. La receta original es de mi tan querido libro Simply Vibrant, que cada día me sorprende más. En cuanto los vi me dije que tenía que preparar algo parecido 🙂
En casa no somos de freír, empanar y ese tipo de cosas, somos de horno y salteado. Y aprovechando que todavía se puede poner el horno sin achicharrarnos, nacieron estos espárragos «empanados» al horno. Crujientes, crujientes sin necesidad de pasarlos por una freidora.
Ingredientes
- 4 cucharadas de zumo de limón
- 2 cucharadas de agua
- 2 cucharadas de semillas de chía o de lino molido
- 1/2 taza de pipas, semillas y/o frutos secos triturados (lo que más te guste)
- 1/4 de taza de semillas de sésamo
- 1/3 de taza de levadura nutricional (o queso parmesano)
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de semillas de comino
- 1/4 de cucharadita de cayena en polvo
- 1 manojo de espárragos trigueros (unos 25-30)
Elaboración
- Precalienta el horno a 200º
- Hay que empezar preparando el «huevo» de chía o lino. Pon en un cuenco el zumo de limón, el agua y las cucharadas de chía o lino. Revuelve y deja que repose durante 10 minutos hasta que se forme un gel.
- En un recipiente combina el resto de ingredientes, salvo los espárragos trigueros, y mezcla.
- Ahora llega la parte divertida: empanar los espárragos.
- Para ello, coge dos platos, en uno echa el «huevo» de chía y en el otro 1/3 de la mezcla de especias, semillas, frutos secos y levadura nutricional.
- Primero pasa los espárragos por el «huevo» y una vez estén bien empapados, pásalos al otro plato. Intenta tocar lo menos posible los espárragos con las manos, ya que puede quitarse el «empanado».
- Colócalos sobre un papel sulfurizado en una bandeja de horno.
- Hornea durante 15-20 minutos, hasta que empiecen a estar dorados.
Lo ideal es comerlos recién hechos, o bien el mismo día sin que pasen por el frigorífico, ya que se reblandecerá la corteza y ya no serán «espárragos crispy«. De todas formas, si te sobra alguno y acaban en el frigo, seguirán teniendo un sabor increíble y serán un acompañamiento genial para ensaladas y bocatas.
Al «rebozado» le puedes dar tu propio toque de especias. Un poco de curry, tomillo, albahaca… No sé, mira en la despensa y a ver qué te inspira 🙂 Seguro que haces maravillas.
Y claro, también puedes probar a hacer otras verduras con esta técnica. ¿Qué tal con unas patatas gajo?¿Unos boniatos? ¿O quizá unas zanahorias…?
Espero que te animes a prepararlos y los disfrutes tanto como lo he hecho yo.
¡Feliz miércoles!