¡Hola! ¿Qué tal llevas la semana? ¿Empieza a pesar? No te preocupes, hoy vengo con una receta fácil, rica y de esas que, aunque sean para muy de vez en cuando, nutren a la vez en endulzan. Te estoy hablando de un cheescake de plátano hecho sin nada de azúcar añadido. Cuando digo que no tiene azúcar añadido es que no lleva ni azúcar refinado, moreno, panela, miel ni sirope o edulcorante de ningún tipo para endulzarlo. El elemento que he utilizado para endulzarlo es la mermelada de dátil que publiqué la semana pasada. Entre eso y el dulzor de los plátanos, créeme, que no vas a echar en falta ningún otro azúcar o edulcorante.
La receta es un mix de dos libros de Alma Obregón: Repostería sana para ser feliz y Objetivo: Cheescake perfecto. A esas recetas le he añadido mi aporte de la mermelada de dátil y algún que otro retoquito con cosas que tenía por la nevera.
Sin más ni más, te dejo con la receta.
Ingredientes
Base
- 150gr de harina integral de avena
- 50gr de aceite de coco
- 1 cucharada (15gr) de mantequilla de cacahuete (si puede ser casera)
- 1 (15gr) cucharada de mermelada de dátil
Masa
- 225gr de queso fresco (yo he utilizado uno que hice en casa, pero puedes utilizar cualquier queso fresco artesano o de buena calidad)
- 150gr de queso de untar (yo suelo comprar el de Arla, que es el más «real» que he encontrado)
- 1 yogur natural
- 2 plátanos maduros
- 3 huevos
- 60gr de mermelada de dátil
- Una vez hagas la mezcla de la masa, pruébala y rectifica el dulzor si ves que necesita más. En mi caso los plátanos estaban bastante maduros, y con 60gr fue suficiente.
Topping
- 2 plátanos
Elaboración (12 porciones)
- Precalienta el horno a 165ºC.
- Forra con papel de hornear la base de un molde circular de 18-20cm de diámetro (o el que tengas por casa).
- Mezcla la harina de avena con el aceite de coco derretido, la cucharada de mermelada de dátil y la de mantequilla de cacahuete. Forma una pasta. Si ve que está demasiado seca, échale un poco de agua.
- Vierte la pasta sobre el molde y extiéndela con una espátula hasta crear una capa uniforme. Métela en el frigorífico mientras preparas la masa.
- Mezcla en un bol o en un vaso batidor todos los ingredientes de la masa hasta que tengas una pasta homogénea.
- Vierte la mezcla en el molde y hornea durante 40 minutos. Si ves que todavía no está cocinada del todo dale 5 minutos más de horno, pero no mucho más, ya que sino se puede secar y no hay nada peor que un cheescake seco. 😛
- Deja enfriar el cheescake a temperatura ambiente y luego mételo en el frigorífico (un mínimo de tres horas) para que se asiente.
- El momento de disfrutar del cheescake de plátano es el momento del topping. Corta los plátanos y ponlos en una sartén antiadherente a fuego bajo a que se caramelicen con sus propios azúcares. Cuando pasen uno o dos minutos dales la vuelta.
- Ponlos encima del cheescake y ¡a comer!
La prueba de fuego fue llevarla como postre de la comida del domingo y viendo que quedaron poco más que las migas, creo que fue todo un acierto.
Te habrás dado cuenta leyendo la lista de ingredientes que los quesos que utilizo no son desnatados o 0%. Soy partidaria de tomar lácteos enteros ya que sacian más y mantienen todas las capacidad nutritivas, pero si quieres probar a hacerlo con productos desnatados adelante. Eso si, antes lee las etiquetas y asegúrate que los ingredientes sean los justos y necesarios (este apunte va tanto para los 0% como para los productos enteros 🙂 )
Como ya te he dicho, aunque sea un postre sin azúcares y sin ingredientes muy grasos, no es una receta para todos los días. Pero de tener que elegir, quédate con un postre de este tipo, casero, real y que nutra. Además de sacarte esa sonrisilla que te dan los dulces, tu cuerpo también estará contento.
¿Tienes alguna idea de postre saludable en mente? ¿Quieres hacer más sano un postre tradicional? Cuéntamelo, soy todo oídos.