¡Hola! Espero que hayas empezado la semana con buen pie y que estés preparad@ para una nueva receta. Sé que ya empieza a hacer fresquito, por lo menos por el norte y que eso hace que las ensaladas echen un poco para atrás. Pero ésta es especial, ya que no es una simple ensalada. Esta vez traigo un Buddha Bowl.
Pero, ¿qué es un Buddha bowl?
Se podría decir que es la versión saludable de un plato combinado, donde se unen un montón de verduras con granos integrales, grasas saludables (aguacate, pipas y semillas…) y proteinas, a poder ser de origen vegetal.
Vamos, que hay tantas combinaciones como se te puedan ocurrir. Es por ello, que mi receta es un simple ejemplo de todo un mundo de posibilidades. Eso sí, lo importante es mantener la proporción, es decir, no venirnos arriba con los granos integrales y las proteinas y dejar de lado las verduras. Ellas tienen que ser la base de nuestra alimentación y las protagonistas principales de nuestro Buddha bowl.
¿Qué le echo al Buddha bowl?
Granos integrales:
- Quinoa
- Espelta
- Cebada
- Arroz integral
- Etc
Proteinas (de origen vegetal):
- Legumbres: garbanzos, alubias, lentejas, soja en grano, azukis…
- Semillas
- Pipas
Proteinas (de origen animal):
- Lácteos: queso fresco, yogur para aliñar…
- Huevo cocido
Verduras: cualquiera que se te ocurra, cruda o cocinada, picada o en cachitos. Cuanta más verdura, ¡mejor!
Además de todo esto puede echar aguacates, cachitos de fruta (la manzana, el caqui o el mango van genial), tubérculos cocidos…
Mi Buddha bowl
Esta semana pasada tenía antojo de hacer azukis. Solo las había preparado dos veces antes, y quería ver qué posibilidades me daban. Éstas acabaron teniendo dos destinos: un pan de azukis y trigo sarraceno (que compartiré dentro de poco, porque sigo en proceso de investigación :P) y este Buddha bowl.
Pero a lo que vamos, la receta:
Ingredientes
- Un puñado de hojas de espinacas frescas
- 60gr de quinoa cocida
- 50gr de azukis
- 1/2 aguacate
- 1/4 pepino
- 1 taza de «arroz de coliflor» (+ limón, tomillo y ajo en polvo)
- Maíz al gusto
- Pipas de calabaza y girasol y semillas de sésamo
- Aliño: untable de guisantes y aguacate
Elaboración
- Coge 1/4 de coliflor (depende del tamaño) y pícala en un procesador de alimentos hasta que se quede una textura como de arroz o cuscus. Una vez listo tienes dos opciones: cocerla dos minutos en el microondas, o la que más me gusta a mí, saltearla en una sartén con ajo en polvo, tomillo y un chorrito de limón. Estará lista en 3/4 minutos.
- Coge el bol en el que vayas a comer y prepara una cama de hojas de espinacas (si son muy grandes, pícalas un poco). A un lado coloca la quinoa, al otro el arroz de coliflor, y después vete añadiendo el resto de ingredientes poniéndolos con un poquito de gracia, que también comemos por los ojos 😛
- Para terminar, echa un poco del untable de guisantes y aguacate del otro día (lo puedes rebajar con un poco de agua o algo más de yogur) y unas semillas y pipas al gusto.
Tendrás un plato completísimo, lleno de nutrientes y que te dejará saciado bastante tiempo.
Para mí, lo idea es cocer algún grano integral y cualquier legumbre y guardarlos en un par de recipientes herméticos en la nevera. Y luego, dependiendo de las verduras que tenga esa semana, ir haciendo bowls de lo que más me apetezca. Con un poco de gracia combinando salen mixes muy ricos 🙂
¿Has hecho algún Buddha bowl? ¿Qué le echas?