El jueves ya está aquí y con él se empieza a notar el cansancio acumulado desde el inicio de la semana, así que, ¿qué tal si preparas un snack saludable que te llene de energía? Las bolitas energéticas de semillas de calabaza, frutos secos y dátiles que traigo hoy, te darán un buen empujón para hacer frente al día.
En primer lugar decirte que, como la receta anterior, esta es una adaptación de otro de mis libros preferidos: Recetas sanas para cada día, de Jamie Oliver (¡fan, fan, fan!), un must en cualquier casa de alguien a quién le guste cocinar, o un buen comienzo si te estás planteando iniciarte en los fogones. La receta original llevaba algún ingrediente que no tenía, pero como te puedes imaginar eso no me paró. Solo tuve que hacer algún cambio: en vez de arroz/quinoa inflada cogí un poco de amaranto inflado que tenía en un bote, y para sustituir las almendras de la receta, utilicé un mix de frutos secos. ¡Ah! Y eliminé la miel, son unas bolitas con 0 azúcar añadido. El resto de la receta quedo igual que en el libro, prometido.
Bolitas energéticas, factores nutricionales
Una de las cosas buenas que tiene el libro es que siempre tiene una entradilla que te explica las particularidades nutritivas que tienen y en este caso resalta la riqueza en fibra y cloruro de los dátiles, que ayudan a la digestión, a parte de aportar energía; y la inyección de cobre de las semillas de calabaza, además de las grasas de buena calidad.
Me gusta mucho el tema de la nutrición, pero no me quiero meter en berenjenales de los que no pueda salir, así que mi conclusión respecto a estas bolitas es que son muy ricas, no llevan nada de azúcar añadido y, tras haberlas probado en situaciones en las que el cuerpo me pedía más (en clases intensas en el gimnasio), han cumplido 100% mis expectativas.
Ingredientes (salen entre 15-20 bolitas, dependiendo del tamaño y tu hambre en ese momento):
- 70gr de semillas de calabaza
- 20gr de amaranto inflado (en la receta original era arroz o quinoa inflada)
- 50 gr de frutos secos (en la receta original: almendras enteras)
- 80gr de dátiles
- 1/2 cucharadita de cúrcuma en polvo
- 1/2 cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharadita de cacao en polvo sin azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 naranja
Elaboración:
- Quita el hueso a los dátiles y ponlos a remojo en agua tibia unos 15 minutos para que se ablanden.
- Tritura 40gr de semillas de calabaza en un procesador de alimentos o una picadora hasta que se conviertan en un polvo fino.
- Pon el resto de las semillas de calabaza, el amaranto inflado, los frutos secos y los dátiles en la picadora y tritúralo hasta que veas que está bien picado.
- Echa en la mezcla, que tendrá un aspecto un poco pastoso, en un bol y añade la cúrcuma, la canela, el cacao, el extracto de vainilla y el zumo de media naranja.
- Trabaja la masa hasta que veas que tiene la consistencia suficiente como para poder hacer bolitas con ella. Si está demasiado seca, vete echando poco a poco más zumo.
- Ahora toca formar las bolitas. Humedécete un poco las manos y vete haciendo bolitas (lo más uniformes y similares en tamaño que puedas). Una vez las tengas todas pásalas por el polvo de semillas de calabazas del paso número dos.
- Guárdalas en un recipiente hermético juntos con el polvo de las semillas. Aguantan algo más de una semana (si te duran, claro 😛 ).
Variaciones:
- Puedes sustituir los 40gr de semillas de calabaza triturados por almendra molida o coco rallado.
- Si quieres darles un toque más otoñal cambia la cúrcuma y la naranja por jengibre y nuez moscada. Para ligar bien la masa puedes utilizar un poquito de agua, la cuál sustituiría el zumo.
- ¿No tienes pipas de calabaza? Puede usar pipas de girasol.
En poco más de media hora tendrás unas bolitas energéticas espectaculares para cuando asome el gusanillo y quieras picar algo sano.
¡Te espero el lunes con un nuevo post!