¡Hola! Empieza el calor y con él las ganas de salir a descubrir sitios nuevos. Pero qué pasa con los snacks y aperitivos que nos mantendrán con la energía a tope en esas escapadas. Normalmente son esas ocasiones en las que se «peca» con productos ultraprocesados: la típica bolsa de patatas fritas, bollería industrial, alguna que otra galleta del supermercado… Ya sea por comodidad, por rapidez o porque, mal que me pese, suelen ser cosas que están ricas, la gente acaba cayendo en estos productos muy poco interesantes nutricionalmente. Como fiel defensora de la comida real, nutritiva y rica, hoy quiero daros una receta que podréis llevaros como snack a cualquier lugar y para la que tan solo tendréis que dedicar 25 minutos y podréis disfrutar durante toda la semana: unas barritas de avena y arándanos.
Hoy no me alargo más en la explicación y voy directamente a la receta. Ya verás lo fácil que es. No hay excusa para no comer bien 🙂
Ingredientes (16-20 porciones -depende del tamaño que las hagas)
Masa
- 300gr de copos de avena + 30gr más para la capa superior (si tienes sobras de granola también puedes añadirla)
- 2 plátanos maduros
- 2 cucharadas de mantequilla de cacahuete (si es casera, mejor que mejor)
- 8 dátiles
- 1 cucharadita de extracto de vainilla o vainilla en polvo
- 1 cucharada de canela
- 1/2 cucharada de levadura química
- 1 cucharada de coco rallado
Compota de arándanos
- 100gr de arándanos (frescos o congelados)
- 30ml de zumo de naranja natural
- 1/2 cucharada de chía
Elaboración
- Calienta en horno a 200ºC
- En una sartén a fuego medio, pon los arándanos y el zumo de naranja. Deja que se cocine durante 10 minutos más o menos, removiéndolo de vez en cuando. Cuando esté cocinado, échale la cucharada de chía y remueve. Reserva.
- En un procesador de alimentos pon la mitad de la avena y el resto de ingredientes de la masa. Tritura. Vierte el resto de avena (salvo los 30gr extra) y vuelve a triturar. Tiene que quedar una masa manejable, que si la aprietas coge consistencia de galleta y la cuál puedes moldear.
- Pon un papel de horno en un molde tipo brownie, y vierte en él la mitad de la masa (o algo más de la mitad). Con las manos, aplana hasta conseguir una capa uniforme y lisa. El grosor, a tu gusto. A mí me gusta que la compota se quede en medio, pero si quieres más base de «galleta», perfecto. Lo suyo es que te quede la cantidad suficiente de masa para poder cubrir la capa de compota después.
- Vierte la compota de arándanos sobre la base.
- En el procesador de alimentos, donde tendrás el resto de la masa, añade los 30gr de copos de avena extra. Aquí, tal y como te he dicho, puedes sustituirlos por sobras de granola, frutos secos, semillas… La cosa es que queremos que quede como una especie de crumble. Tritura.
- Cubre la compota con esta última masa. Presiona ligeramente, ya que si simplemente lo echas, al desmoldar y cortar tus barritas se desmoronará todo.
- Mete el molde al horno y cocina durante 15-17 minutos.
- Cuando esté horneado, deja que repose sobre una rejilla hasta que se enfríe. Será entonces cuando podrás hacer tus barritas.
- Se pueden conservar hasta 7 días en la nevera guardadas en un recipiente hermético.
Si no tienes arándanos puedes reemplazarlos por frambuesas o fresas por ejemplo, que están de temporada; incluso me atrevería a decir que el kiwi podría quedar bastante bien. Quién sabe, la cocina es innovación 😛
Estas barritas de avena y arándanos son saciantes y deliciosas, perfectas para llevar en escapadas, para merendar, para después de entrenar en el gimnasio o incluso para desayunar. En este último caso yo las combinaría con un yogur (ya sea de vaca, oveja, cabra o vegetal) y algo más de fruta. Solo de pensarlo empiezo a salivar.
¡Feliz día y a cocinar!