Después de mucho tiempo sin escribir, vuelvo con una receta disfrutona. Es reconfortante, dulce y deliciosa. La primera vez que la hice, hace un par de años, no tenía mucha esperanza de que saliera bien, pero nos sorprendió tanto (a todas las personas que la probamos) que no he parado de hacerla.
Si tienes pan del día anterior y no sabes qué hacer con él, ¡esta receta es para ti! El pudding de pan y dulce de leche es un postre clásico, fácil de preparar y perfecto para aprovechar esos ingredientes que siempre tenemos en casa. Además, su textura suave y su sabor dulce y envolvente lo convierten en una delicia ideal para cualquier ocasión. Es de esos postres improvisados que acaban convirtiéndose en algo para recordar.
He probado a prepararla con pan blanco, con integral, de semillas, de maíz, de brioche y hasta con sobaos y tengo que decirte que lo que mejor resultado me ha dado ha sido el pan blanco mezclado con maíz, pero supongo que eso dependerá de gustos. Me queda pendiente probarlo con croissants, pero lo dejo para más adelante.
Elaboración
- Precalienta el horno a 160º
- Corta el pan en rodajas de 2cm y unta un poco de mantequilla en cada una. Unta también un poco de dulce de leche.
- En un recipiente bate la nata, la leche, los huevos y el azúcar.
- Engrasa un poco el molde para que no se pegue el pudin y vete colocando el pan y los trocitos de chocolate.
- Vierte la masa líquida y deja que el pan se empape bien.
- Hornea unos 30 minutos.
Como ves es una receta facilísima. Si quieres que sea más saludable, utiliza pan integral, reemplaza el dulce de leche por una mantequilla de frutos secos sin azúcar y elimina el azúcar blanco.
Este seguirá siendo un blog el que haga recetas vegetarianas saludables, pero esta vez quería darle este toque festivo de vuelta a la red.
Por celebrar pequeños momentos con esta receta. ¡Nos vemos!
