Parece que por el norte el verano se ha terminado. Hemos pasado del pantalón corto al abrigo en cuestión de días. Sin embargo, estoy se dejan ver rayos de sol que hacen que apetezca comer alguna cosa más fresquita. Es por eso que la receta de hoy no es más ni menos que un gazpacho de remolacha.
Tengo que decir que no soy muy aficionada a los gazpachos, no sé, el sabor me encanta, pero creo que me gusta más morder las verduras que bebérmelas. De todas maneras cuando descubrí esta receta me llamo la atención el tema de la remolacha, y como tenía una dando vueltas en la nevera, me decidí a probar.
A este gazpacho, menos tradicional, se le puede le puede llamar de cualquier forma, pero la esencia está ahí y lo que más importa es llevarnos las recetas (sea lo que sea lo que hagamos) a nuestro terreno. ¿Que la primera vez no te sale como esperas? ¡No pasa nada! Cambia cantidades, ingredientes, ¡juega!
Aquí va la receta, espero que te guste.
Ingredientes
- 700 gr de tomate
- 200 ml agua
- 1 remolacha
- 1 pimiento rojo
- 1/2 pimiento verde
- 1/2 pepino pelado
- 1 diente de ajo (si prefieres que sea menos intenso, omite el ajo)
- 1 cucharada de tomillo
- 1 chorrito de aceite de oliva (sin pasarte, siempre habrá tiempo de echarle un poco más al emplatar :P)
- 1 chorrito de vinagre
- Sal
- Semillas y tomillo para decorar
Elaboración
- Pica los tomates y pela la remolacha y el medio pepino.
- Una vez hagas eso, pon todos los ingredientes en un vaso batidor y bate hasta crear una sopa fina.
- La densidad depende de tus gustos. A mí, personalmente, me gusta que se pueda tomar con cuchara, pero siéntete libre de echárle más agua si la prefieres menos densa.
En poco más de 10 minutos tendras una jarra de gazpacho de remolacha listo para tomar cuando más te apetezca.
Y tú, ¿qué le echas al gazpacho?